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May 8, 2019

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Primera plana de una madre anfitriona: la historia de Andrea

En la segunda entrega de nuestra serie Host Mom Spotlight, presentamos a Andrea Birkel, ¡madre  de dos hijos , que vive en una pequeña ciudad de New Hampshire! Andrea y su esposo han estado recibiendo au pairs desde el nacimiento de su hijo menor, es decir, ¡han estado recibiendo au pairs en su hogar durante seis años!

Andrea describe a su familia como tranquila y activa: les encanta pasar tiempo al aire libre, disfrutando de las montañas y la playa. ¡También les encanta viajar! Andrea dice que a su familia le encanta acoger au pairs porque tanto ella como su esposo provienen de familias numerosas, por lo que están acostumbrados a que muchos miembros de la familia visiten la casa durante todo el año. La actual au pair de Andrea, Nadine, es de un pequeño pueblo al norte de Austria. Antes de viajar a Estados Unidos para vivir con los Birkel, Nadine asistió a una escuela especializada centrada en la educación de la primera infancia, lo que la convierte en una excelente opción para el programa au pair. Pronto, Nadine regresará a su hogar en Austria para comenzar el próximo capítulo de su vida, pero lo hará con recuerdos para toda la vida y relaciones nuevas que apreciará por siempre.

Lazos familiares

“Me siento como una tía con honores”, dice Andrea de Nadine. “Me preocupo por ella como lo haría por mi sobrina. Quiero asegurarme de que sea feliz y esté saludable”.

Andrea se dedica a hacer que el tiempo de Nadine en Estados Unidos sea una experiencia enriquecedora y gratificante. Ella dice que a veces es difícil trazar una línea entre darle espacio y tiempo a Nadine para que haga sus cosas e incluirla en la vida familiar cotidiana, pero que, en última instancia, ella y Nadine tienen una buena relación que hace que la comunicación sea fácil y agradable.

“Quiero que la pase muy bien este año en Estados Unidos, y que tenga cierta independencia para descubrirse a sí misma”, dice Andrea. “Aunque también estoy siempre aquí, como un punto de seguridad  por si necesita ayuda”.

Si bien cada miembro de la familia tiene una relación diferente con Nadine, todos son especiales a su manera. Para Lucy, la hija de Nadine que tiene 8 años es como una hermana mayor: arman brazaletes juntas, colorean y hacen caras graciosas en Snapchat. Para el hijo de Andrea de 6 años, Oliver, Nadine logra un equilibrio entre una figura materna y una compañera de juegos. Juntos jugarán legos durante horas y horas, aunque también lo ayuda a vestirse y lo carga cuando está cansado, no teme decirle cuándo debe bañarse solo. Para el esposo de Andrea, Shane, quien tiene una hermana menor en casa de sus padres, en el Medio Oeste, Nadine parece una hermana pequeña: abundan las bromas y los juegos de mesa competitivos. Y por supuesto, la relación de Andrea y Nadine es fuerte y afectuosa. Junto con Nadine, son una familia de cinco personas a las que les encanta pasar tiempo juntos y aprender unos de los otros.

Intercambio de culturas

La Navidad en casa de los Birkel ya de por sí es un momento de celebración, pero con Nadine es aún más extravagante. A partir de mediados de octubre, la casa de Andrea comienza a transformarse lentamente en lo que imagina que sería el Polo Norte. Nadine pasa su tiempo libre horneando tradicionales galletas navideñas austríacas, decorando la casa con copos de nieve de papel y armando calendarios de Adviento hechos a mano para los niños, ¡todo mientras escucha música navideña sin parar!

“Aprendimos todo sobre la Navidad en Austria, y eso incluye una criatura aterradora llamada Krampus”, recuerda Andrea. “¡Alojar a una au pair austríaca en Navidad fue una experiencia fascinante para todos nosotros!”.

Sin embargo, el intercambio cultural no termina ahí. Los Birkels siempre se alegran de hacer que Nadine pruebe  los platos  típicos americanos, como la mantequilla de maní y el mac & cheese. A cambio, Nadine les muestra a sus hijos anfitriones las típicas comidas “de niños” de su país, que les encantan.

Andrea disfruta especialmente cuando Nadine cocina para la familia, ¡y cuando la familia intenta recrear sus platos! “Me gustó aprender qué tipo de comidas son “agradables” para nuestros au pairs y darlo todo para replicarlos esporádicamente durante el año”, dice Andrea. “Es gratificante ver lo reconfortante que es para nuestros au pairs comer algo que les recuerda su hogar, y sé que en verdad aprecian el esfuerzo que implica la búsqueda de los ingredientes”.

Cada vez que la familia Birkel come estas comidas típicas es una oportunidad para que sus au pairs cuenten quién prepara la comida en su familia y cuáles son las tradiciones alrededor de las mismas. “Es reconfortante para mí porque junto con mis hijos aprendemos mucho a través de este proceso de cocinar y compartir comidas”, dice Andrea.

La experiencia americana

Nadine le ha dicho a Andrea que la cultura americana le parece muy amigable, y que la disfruta. “Cuando abrimos su cuenta bancaria por primera vez, conversaron brevemente con la cajera, quien le preguntó a Nadine algunas cosas, como de dónde era, qué le resultaba interesante de Estados Unidos, etcétera”, dice Andrea. “Nadine me dijo que, en Austria, ese tipo de conversación casual durante la apertura de una cuenta bancaria ¡no se daría nunca! Todos en nuestra comunidad están interesados en hablar con ella, preguntarle cosas y aprender sobre su cultura”.

En cambio, a Andrea le encantó entender más sobre la cultura austríaca, sobre todo la forma en que funcionan sus sistemas escolares, su pueblo, la familia de Nadine y sus diversos roles en la comunidad. Nadine vive en un pequeño pueblo y cada uno de sus familiares y amigos vive en el mismo pequeño pueblo de 300 personas. “En Estados Unidos, es común que tengamos amigos y familiares en todo el país, lo que implica un viaje extenso para vernos unos a otros”, cuenta Andrea. “Aquí, nuestros niños se comunican con sus primos y familiares principalmente por FaceTime, porque todos viven en distintos puntos del país”.

Para Nadine, este es un clásico ejemplo de choque cultural: a ella le resulta bastante extraño que la familia tenga que verse a través de FaceTime, porque en Austria se visitarían en persona varias veces a la semana. Sus abuelos no necesitan teléfonos móviles ni ordenadores porque sus amigos y familiares viven todos en el mismo pueblo.

Cuando le preguntaron sobre el intercambio cultural – y qué es lo que lo hace tan importante para Andrea – ella dijo esto: “Existe una diferencia entre viajar y el intercambio cultural. Ambos son valiosos, pero no son lo mismo. El intercambio cultural es desempacar tu maleta y vivir y respirar una cultura hasta que la perspectiva cambia. Generar vínculos y amistades con personas de otro país es un portal para la empatía multicultural. Quiero que mis hijos sepan que hay muchas formas de vivir en este mundo y que no hay una manera “correcta” de hacer las cosas. Ellos pueden aprender de otras culturas e incorporar las grandes diferencias de todo el mundo. Este entendimiento comienza con el intercambio cultural”.

Para leer la historia de la madre anfitriona Priya y su au pair, ¡echa un vistazo a nuestro primer host mom spotlight aquí!”