April 12, 2019

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La experiencia de mi vida

La experiencia au pair fue la mejor experiencia de mi vida.

Nací en un pequeño pueblo llamado Fómeque, en una familia de agricultores que cultivan café, flores y diferentes vegetales. Desde niña, mi mayor sueño era aprender inglés. Cuando me gradué de bachiller, supe que quería estudiar algo relacionado con los idiomas, y luego decidí dedicarme a enseñar. Ahora soy profesora de inglés, ¡y me encanta!

En un principio, cuando les dije a mis padres que quería ser au pair, ellos me dijeron que no iban a ayudarme porque querían que primero terminara la universidad. Y para mí eso fue muy difícil de aceptar, aunque también pude entender el porqué: quizás estaban asustados porque soy la única chica en la familia y ellos sólo estaban tratando de protegerme. Pero yo siempre he pensado que no puedes vivir con los miedos de tus padres, y que, si crees que este es el momento para viajar y volar, debes hacerlo. Porque si no aprovechas lo que sientes en el momento, no lo harás nunca.

Así que les dije que no iría, pero era mentira. Empecé a trabajar y obtuve tres trabajos en tres jardines infantiles diferentes, mientras todavía estudiaba en la universidad. Como nadie me apoyaba, tenía que ahorrar mucho dinero. Cuando supe la fecha de mi partida, le dije a mi mamá que me iba el mes siguiente. Ella dijo: “¿En serio? ¡Me dijiste que no ibas a ir!”. Yo respondí: “Mamá, debo hacerlo. No te pedí nada; lo único que te pido es que me des buena energía y me dejes ir”. Ese proceso me desafío un montón a creer en mí misma y en  que puedo hacer lo que quiero. [caption id="attachment_270" align="aligncenter" width="972"]Mi familia anfitriona americana y yo Mi familia anfitriona americana y yo[/caption]

Como au pair, viví con una familia en Lexington, Kentucky. A veces empiezas con cierta idea de los diferentes lugares a los que quieres ir y olvidas una parte importante: tu familia anfitriona. Ni siquiera sabía dónde quedaba Lexington, simplemente lo busqué en Google y luego dije: “Bien, fantástico, vamos.”. Y me sentí segura antes de ir porque, antes de decir sí, hablé mucho con mi familia. Antes de decir sí, hablamos mucho por Skype y de muchas cosas: mi vida, mi trabajo, lo que estaba haciendo en ese momento; las cosas que les gustan y las que no; cómo querían que cuidara de sus hijos y mis responsabilidades como au pair. Eso fue lo más importante, porque cuando hablas mucho antes de hacer match, es como sabes que has tomado la decisión correcta.

Mi experiencia entera estuvo llena de buenos recuerdos. Recuerdo cocinar para mis niños anfitriones, jugar con ellos, ir a la alberca, llevarlos a diferentes actividades, ir a museos y a la biblioteca. Viajé con mi familia, incluso me llevaron a Disneylandia. Pasamos muchos buenos momentos juntos. Extraño todo: a mi familia, los paisajes, el cielo, a mis niños anfitriones, el ambiente con esa familia. Aunque también tengo una familia aquí en Colombia con quien aprendí cómo se siente el tener una familia.

En octubre de 2016, tras regresar a casa, mi familia anfitriona me dijo que quería conocer a mi familia natural, ¡y vinieron a visitarnos aquí, en Colombia! Primero, hicimos diferentes actividades turísticas aquí en Bogotá, luego los llevé a mi pueblo y a la granja de mi familia. ¡Fue increíble, un verdadero intercambio cultural!

Yo he aprendido mucho sobre la cultura de mi familia anfitriona y ellos han aprendido mucho sobre la mía. Ahora, mi familia anfitriona tiene una percepción diferente de Colombia. En Estados Unidos, algunas personas piensan que Colombia sigue siendo una especie de jungla; ahora ellos saben que Colombia es diferente, que Colombia tiene lugares hermosos para visitar, que estamos llenos de color y buena gente, y muchas cosas para hacer. Y ellos cambiaron completamente mi percepción de Estados Unidos. La primera vez que estuve en Estados Unidos fue cuando me convertí en una au pair. Incluso fue la primera vez que vi una ciudad americana. Hablando de mi experiencia con la gente de Lexington, aprendí que los americanos son cálidos, amigables, abiertos y gentiles. Se preocupan mucho por ti; siempre preguntan cómo te sientes o si necesitas algo. Y yo siempre me sentí parte de mi familia anfitriona. Ellos siempre me presentaron diciendo: “Ella es parte de nuestra familia, ella es nuestra familia”. Y por eso digo que los considero mi familia. Todavía hablamos todo el tiempo, ¡aunque hace más de un año que dejé Lexington! [caption id="attachment_272" align="aligncenter" width="525"]Mis dos familias juntas ❤ en mi ciudad natal. Mis dos familias juntas ❤ en mi ciudad natal.[/caption]

Mi experiencia au pair ha cambiado mi vida por completo, tanto profesional como personalmente. Después de estar en Estados Unidos dos años, puedo decir que mi inglés ha mejorado mucho. Ahora sé que tendré mejores oportunidades en la vida. Soy profesora de inglés, y haber vivido en Estados Unidos 2 años con una familia americana, cuidando a niños pequeños, es una ventaja muy grande. Después de graduarme, ahora trabajo como profesora de inglés en un instituto privado en el que tengo la oportunidad de enseñar diferentes niveles de inglés, desde A1 hasta B2, y a veces C1. Además, he tenido la oportunidad de trabajar como intérprete en diferentes reuniones importantes. Encontrar este trabajo no ha sido difícil gracias a la experiencia que puedo presentar, y la certificación que obtuve por estudiar en Lexington es una ventaja importante en mi currículum. Mi experiencia au pair ha sido mi impulso.

Aunque al principio mi familia natural no me apoyaba en mi proyecto, ahora están orgullosos de mí. Por parte de mi familia materna, soy la única que habla inglés, y la única que ha viajado al extranjero. Por eso me siento orgullosa de mí misma, y por eso mi familia también está orgullosa de mí. Me he vuelto una persona más independiente. Puedo ocuparme de mí; ya no tengo que pedirle dinero o ayuda a mis padres porque aprendí cómo manejar las cosas y a resolver problemas por mi cuenta. Esta experiencia me dio la oportunidad de desafiarme a mí misma, y ahora puedo decir que puedo hacer cualquier cosa, que puedo hacer lo que me proponga.